Dejar de pagar una tarjeta de crédito, un préstamo personal o cualquier otro financiamiento es una situación difícil, pero más común de lo que piensas. La mayoría de las personas cree que si se atrasan unos días “ya los van a embargar”, cuando en realidad las deudas pasan por distintas etapas de cobranza antes de llegar a un proceso judicial.
Conocer estas fases te ayudará a saber qué esperar y cómo actuar en cada momento.
Se generan intereses moratorios y comisiones por pago tardío.
El banco o financiera comienza a mandar mensajes, correos y llamadas de recordatorio.
Todavía es posible mantener tu crédito “al corriente” si regularizas el pago rápido.
👉 Consejo: Si sabes que no podrás cubrir el pago completo, busca negociar cuanto antes para evitar que la deuda crezca.
El tono de las llamadas aumenta.
Puedes recibir cartas al domicilio registrado.
Algunos bancos ofrecen reestructuras de pago en esta etapa.
Tu atraso ya aparece reflejado en Buró de Crédito, afectando tu historial.
👉 Consejo: No firmes nada sin leer. Si aceptas una reestructura, revisa bien las condiciones para asegurarte de que realmente se ajusten a tu economía.
La cuenta puede ser enviada a despachos de cobranza externos.
Estos despachos harán múltiples llamadas e incluso visitas domiciliarias.
Ojo: un cobrador no tiene facultades legales para embargar; solo puede insistir en el pago.
Recuerda: El despacho de cobranza NO es dueño de tu deuda. Solo ha sido contratado por tu acreedor para tratar de cobrar la deuda.
👉 Consejo: No caigas en el juego de los cobradores. Siempre mantén la calma y no des información de más, es decir, solo lo necesario: "Sé que tengo una deuda y la pagaré en cuanto mi economía lo permita. Buenas tardes".
La deuda se registra como cartera vencida.
El banco puede vender la cuenta a un tercero (comprador de cartera) o mantenerla para seguir negociando (aunque por lo regular no lo hará en el mediano plazo).
El historial crediticio ya comienza a verse dañado.
El acreedor podría dar inicio a un juicio mercantil
👉 Consejo: Aunque el riesgo de demanda existe, no todas las deudas llegan a juicio. Generalmente son con algunas donde los montos más o menos altos (arriba de los 30,000) o con garantías (hipotecas, autos).
Negociación con descuento (quita): el deudor podría liquidar la deuda pagando solo una parte del total.
Demanda judicial: el acreedor presenta una demanda y, si gana, podría solicitar el embargo de bienes.
Venta definitiva de la deuda: un tercero se convierte en tu acreedor y seguirá la cobranza.
El proceso de una deuda no es inmediato ni automático. Existen varias etapas antes de que se llegue a un juicio. Lo más importante es informarte, no caer en intimidaciones y negociar de forma segura.
En México, la Organización Nacional de la Defensa Del Deudor (ONDD) ofrece asesoría gratuita y defensa legal para proteger a los deudores en cualquier fase de la cobranza. Si estás en esta situación, recuerda: no estás solo y siempre hay soluciones legales.